Cuando pensamos en Suiza, tenemos que ir más allá del chocolate y de la fabricación de relojes. La Suiza actual, un país donde se hablan 4 idiomas, ofrece tanto actividades alpinas como una cultura urbana.

Visite la capital, Berna, con su casco antiguo medieval y su arte moderno, famoso en todo el mundo, su estilo germánico y su arquitectura atrevida. Disfrute de la elegancia de Ginebra, donde puede encontrar el lago más grande de Europa. No hay que olvidar Lausana y sus festivales, sus castillos y sus cervezas artesanales, sus conciertos y sus restaurantes gourmet. Las ciudades suizas se lo ofrecen absolutamente todo. Y los distritos urbanos nunca han estado tan cerca de los lugares de escapada: en pocos minutos, se puede relajar en bares frente al agua con vistas a los Alpes, o incluso disfrutar de un baño tonificante en el Rin, el Aar o el Limago.

Los pueblos aún tienen graneros de madera, con construcción elevada para mantener las provisiones lejos del alcance de las ratas, y los chalets siempre están adornados con geranios rojos. Los mercados y las ferias tradicionales siguen marcando el paso de una estación a otra. Y luego está la gastronomía, una verdadera celebración de la comida, caliente y deliciosa, con queso, chocolate y carne seca.

Los suizos siempre han sido amantes de la innovación y la experimentación, también en cuestiones culturales. Visite las galerías de vanguardia, el Museo Vitra Design de Basilea y la notable Fundación Beyeler, el centro diseñado por Mario Botta en Lugano y la ultramoderna galería MASI, así como el Museo de Arte de Ginebra.

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